El alcalde de Córdoba, Francisco Bonilla Portilla, esta desquiciado, frustrado, y quienes sufren las consecuencias de ello son sus colaboradores, ya sean de confianza o incluso sindicalizados.
Portilla Bonilla, no obstante de ser conocedor de las leyes, carece de una de las 4 virtudes que desde tiempos de Aristóteles se consideran fundamentales: La Justicia.
A sus amigos, justicia y gracia, ... |