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*** Ayer don nadie, hoy candidato millonario...
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A+ A- *** Enriquecimiento explicable.
*** Petroconstrucciones, la historia.
Por:
Roberto Valerde García"Malditos los que defienden al pueblo con palabras y lo traicionan con los hechos", condenó alguna vez el ex presidente de México,
Benito Juárez García . Está bien que los mexicanos y, desde luego, los veracruzanos seamos gente valiente, de lucha, resistentes, aguantadores, pero no por ello somos tontos, ni retrazados como algunos malos funcionarios pretenden tratarnos. Tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe, reza el refrán popular y es que a mi me parece que ya es tiempo de ponerle un freno a tanta corrupción, al saqueo de las arcas públicas, al descaro y cinismo de quienes sin ningún rubor se hacen ricos de la noche a la mañana.
A reserva de que usted, amigo lector, opine en contrario, creo que ya existe entre los veracruzanos un sentimiento de hartazgo, cada vez son más las personas que piensan que ya estuvo bueno de tanta ratería.
No puede, ni debe ser moralmente aceptable en este país que los alcaldes, diputados federales y locales, senadores, gobernadores, presidentes y hasta líderes de partidos políticos y sindicatos terminen sus periodos extraordinariamente ricos.
¿De qué nos sirve a los ciudadanos que en la ley el enriquecimiento ilícito y el peculado estén tipificados como delitos graves, si esa misma ley los políticos la pisotean y la usan, si acaso, como papel higiénico?
En el capítulo X del Código Penal para el Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, en su Artículo 328 establece que: "Se impondrán de tres a diez años de prisión y multa hasta de seiscientos días de salario a quien, en ejercicio de su empleo, cargo o comisión en el servicio público, haya incurrido en enriquecimiento ilícito. Existe enriquecimiento ilícito cuando el servidor público no justifique que es legítimo el desproporcionado aumento de su patrimonio o de aquellos bienes de los cuales se conduzca como dueño, en los términos de la ley en materia de responsabilidades de los servidores públicos del Estado".
En el capítulo VI referente al delito de peculado, Artículo 323 del mismo código está escrito -sí, sólo escrito, porque de nada sirve- que "se impondrán de cuatro a quince años de prisión y multa hasta de seiscientos días de salario al servidor público que, en provecho propio o ajeno, utilice o disponga de dinero, valores o cualquier otro bien que hubiere recibido en administración, depósito o por otra causa en razón de su cargo. Artículo 324.-Se equipara al peculado y se impondrán de dos a ocho años de prisión y multa hasta de trescientos días de salario a: I. El servidor público que a título personal e indebidamente utilice fondos públicos, con el objeto de promover la imagen política o social de su persona, la de su superior jerárquico o la de un tercero o con el fin de denigrar a cualquier persona; o II. Cualquier persona que sin tener el carácter de servidor público, estando obligado legalmente a la custodia, administración o aplicación de recursos públicos estatales o municipales, los distraiga de su objeto para usos propios o ajenos o les dé una aplicación distinta a la que se les destinó".
Sólo hay que ver los medios de comunicación para identificar a los funcionarios federales, estatales y municipales, de todos los partidos políticos, que hacen un verdadero "culto a su personalidad". El alcalde de Veracruz, Julen Rementería del Puerto es uno de ellos, no hay un sólo promocional de televisión donde se anuncie algún programa u obra realizada en el que no aparezca el "gobernante". Pero bueno, quizá hubo alguien que le puso el mal ejemplo y Julen ha querido imitarlo ¿sería Fox, Peña Nieto, Bours o algún otro gobernador? Ni cómo saberlo.
Lo que sí sabemos usted y yo y que en cierta forma hasta nos puede asombrar es la manera como se ha sofisticado la corrupción. Hoy existen formas muy variadas y socorridas de cómo robar dinero público sin ser tildado de ratero. Traficar con las influencias, establecer una o varias constructoras manejadas por prestanombres y autoasignarse contratos multimillonarios, inflar los presupuestos y convenir con los constructores la clásica "mochada", realizar obras con materiales de mala calidad y cobrarlos como si fueran de primera, en fin, no terminaría de enlistarle los ejemplos.
Vemos por la televisión unos mensajes que nos dicen: "No te calles, alza la voz", ¿entonces por qué no hacemos nada para frenar tanto abuso de poder?
Sin que esto se entienda como un señalamiento en su contra, sino por el contrario un reconocimiento a su ¿esfuerzo?, ahí tiene por ejemplo el caso del joven Erick Lagos, ex colaborador muy cercano del gobernador
Fidel Herrera Beltrán y hoy flamante precandidato a diputado local allá en los Tuxtlas. Ayer un "Don nadie", era un empleado más en el PRI, modesto vecino de la colonia Salud allá por la entrada a Coapexpan. Hoy, en tan sólo dos años, es uno de los nuevos ricos de Veracruz. No obstante su relativa juventud, es un hombre con suficientes millones para pagarse una campaña política (porque se dijo en sesión del Consejo Político del PRI, que quienes sean candidatos deberán pagar su campaña con recursos propios) entonces debemos entender que Lagos Hernández tiene dinero suficiente para gallardetes, espectaculares, trípticos, camisetas, gorras, lapiceros, vasos, bolsas, paraguas, botones, spots de radio y de televisión, etc. Claro que es de reconocérselo, la supo hacer, no cualquiera puede lograrlo, a menos claro está, que se gane el "Melate".
En fin, de esto de la corrupción podríamos escribir libros, novelas e historietas que tendrían gran demanda. Mire por ejemplo, podría yo imaginar y escribir la historia de un ex secretario privado de un alto funcionario del gobierno estatal quien tendría tratos con una empresa constructora de nombre…mmmmmmm…..se me ocurre, por decir algo, Petroconstrucciones, misma que sería beneficiada con varios contratos, uno de ellos digamos de 70 millones de pesos para hacer una carretera escénica y el ex secretario privado determinara inflarla hasta 135 millones de pesos de los cuales presuntamente 35 millones serían para su superior, 30 para él y el resto para la obra. Buen número de páginas nos llevaría escribir por ejemplo que en medio de esta interesante historia fueran, poco a poco, apareciendo más involucrados, digamos, un alcalde, un diputado federal de apellido Cobarde, y luego que mi imaginación me llevara a narrarle que los directivos de la referida constructora incurrieran en el ilegal pago con cheques sin fondos a las personas que les sirvieran como conectes. Nooombre, ni "Lágrimas y Risas" se vendería tanto como estas historietas, no de enriquecimiento inexplicable, sino de agandalles aceptables, quizás hasta con su venta yo también me volvería millonario.
Por fortuna, tenemos un gobernador fiel a su gente, al pueblo, quien habrá de sancionar sin miramientos y evitará -si acaso ocurren- los conflictos de intereses que surgen cuando servidores públicos apoyan negocios privados por encima de sus deberes con el Estado al que dicen servir, mientras por el otro lado lo esquilman "legalmente".
03/06/07
Nota 53600