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¡Yo Acuso!
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A+ A- Por:
Carlos Morales Tapia .
Toto
Recuerdo una vieja película mexicana con Leticia Perdigón, cuando todavía estaba muy, pero muy encamable, era la época de la secundaria-prepa y un grupúsculo de adolescentes hacían sus pininos en el área editorial y peridística, gracias a los talleres que había en la ESBAO.
Ah, el nombre de la película es: "Anoche soñé contigo", un buen intento por rescatar al cine mexicano de las garras de las películas de ficheras, pero creo que pasó desapercibida, sin embargo, el título lo recuerdo porque, el personaje principal, un adolescente de nombre Teófilo, conoce a su prima (Leticia Perdigón) y ella le dice Toto -porque a los Teófilos les dicen Totos-
Lo recuerdo porque, cuando apareció "La Banda y sus Rollos" en las páginas de diario El Mundo de Córdoba de Othón Arróniz, poco a poco, al grupo conformado por
Miriam Rodríguez Sosa ,
Marily Delgado Servín ,
Mario Martell Contreras ,
Gustavo Ortíz Hernández ,
Luis Higinio Zurita y
Carlos Morales Tapia , se le fue uniendo gente -cordobeses talentosos y de otras latitudes también- como el antropólogo
Enrique Aguilar Zapién ,
Don Rubén Calatayud , Billy Schully, Luis Lozano, los indispensables teatreros cuyos nombres olvido por el momento u omito para no herir susceptibilidades, la siempre grata y ansiada charla de
Don Jorge Nemi , un gran, entrañable y carísimo mentor, el tenía entonces la librería universitaria, ahí, junto al museo de Córdoba y claro, Aquileo, que firmaba como: Aquú- Leo.
En realidad se llamaba
Teófilo Aquileo Rosas Juárez y le disgustaba sobremanera que le dijéramos "Toto"; pero fue uno de los agregados culturales de la Banda que llegó para quedarse, como la música de 6:20; fue gracias a él que comencé a interesarme en la paleografía y hasta tomé un curso en el defectuoso, para poder leer documentos de los soglos XVII a XVIII, por el hecho de desentrañar el misterio de Los Fundadores de Córdoba que, curiosamente, Aquileo por su parte logró hacer y publicar, antes que yo pero con resultados similares, yo sigo sin publicar el estudio, el tuvo la gloria de hacerlo.
Hablo de él en pasado porque me doy cuenta que, el tiempo no pasa en vano, nos hace sucumbir a sus caprichos e incluso, pienso, se burla de dios, el que sea, de hecho, creo que el único dueño del tiempo es el arcángel Satanail que adoraron los Bogomiles y que por desobediencia le quitaron la partícula "Il", que le aseguraba su corona, su esplendor y su trono.
Toto -Aquí-leo- se fue, me enteré apenas anoche, tiene como quince días y era mi amigo, lo mismo que Tavo, miriambélula, rufis, gigi, mayo… Todos han hecho ya camino, todos tienen ya responsabilidades diferentes e inherentes a su profesión, creo que sólo yo he permanecido fiel a mi propia consigna: escribir; pero aquí soy egoísta pues, el que murió escribiendo fue Toto.
Un cáncer me dijo Tavo, su familia, muy importante en Chocamán, debió haber sufrido demasiado la pérdida, en mi caso, me conmosionó pues, fueron muchas noches bohemias, muchos libros compartidos, muchos textos publicados individualmente y al alimón, muchas calles, demasiado asfalto y muchas cantinas, demasiadas cervezas…
No sé que decir sobre él salvo que, era (sigue siendo) mi más admirado rival y amigo, pero tuvo que partir, se le acabó el tiempo que le dieron y creo que hizo lo que tenía que hacer, deja, como el pintor de las mujeres soles, los recuerdos a sus amigos, sus textos, sus libros y su entrañable amor por esa ciudad que lo vió nacer aunque nunca fue suya: Córdoba.
Desde éste espacio, vaya mi memoria hasta donde quiera que estes amigo.
Esta es mi opinión, este es mi número telefónico: 2281 45 08 05
11/09/07
Nota 56210