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México: Retrato de Luz y Sombra, de Francisco Alvarado.
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A+ A- Leticia Maldonado Rebollo .
"Mi trabajo no es una búsqueda intelectual, es una experiencia natural", apunta Francisco Alvarado, el pintor hondureño más cosmopolita y cuyas fronteras artísticas han recorrido toda la Unión Americana, los principales museos de México, Centro y Sur América, y con su más reciente producción llega a la sede del Instituto Veracruzano de la Cultura, donde exhibe desde este viernes cuatro de julio, a las 19:00 horas, la foto instalación México in Light and Shadow (Luz y Sombra), en ella el pintor recoge las tradiciones del pueblo oaxaqueño acerca de la fiesta popular más importante de nuestro país, el Día de Muertos.
Francisco Alvarado Juárez (1950) es un artista centroamericano afincado en Nueva York desde 1966, a donde llega a radicar en Brooklyn al lado de una hermana y realiza su primer incursión en el mundo cultural de las letras, en el Stony Brook de la Universidad Estatal de Nueva York, al cursar estudios de literatura hispánica y dirigir la revista Tláloc, de circulación latinoamericana, durante este periodo su talento lo lleva a publicar en la revista parisina Libre, donde un cuento corto de su autoría lo hace compartir al lado de grandes luminarias de las letras latinoamericanas, como Borges y García Márquez.
El silencio como escritor y el descubrir su talento en el área de las artes plásticas lo hace emigrar a la International Center of Photography, lugar en el que estudia fotografía y realiza su primera exhibición de 22 imágenes, un nuevo giro en su carrera artística lo inclina a la pintura y en esta nueva faceta de las artes visuales, realiza a los dos meses, su primer exhibición dentro de la exposición colectiva 36 Horas, curada por Walter Hopps, en el Museo de Arte Temporal con su obra Twins No. 1 (Gemelos), misma que fue adquirida por los famosos coleccionistas Olga y Joseph Hirshhorn, abriendo con ello un horizonte infinito a la creatividad de este joven talento, que 30 años después ha conformado la carrera más sólida y éxitosa de un pintor hondureño fuera de su país.
Teniendo siempre como referencia la cultura latina y la presencia de México en su obra, Francisco Alvarado regresa de visita a nuestro país en 1993, año en que después de un redescubrir las culturas prehispánicas, toma a Teotihuacan como una referencia para dos de sus obras posteriores "México en el Corazón, para Lucas" y "Mitología de los Sueños"; donde la fauna precolombina y un fuerte contenido ecológico integraran su trabajo en estas dos exhibiciones presentadas en el Museo del Chopo y en una conocida Galería de la Colonia Roma, y donde 2 mil bolsas de papel estraza pintadas a mano, recortadas y utilizadas como una escenografía, integradas a la escultura, pintura, el video y el performance, hacen el discurso visual de este pintor, cuyo objetivo ha sido siempre el de respetar el legado de nuestras culturas, con un obra que confronta a la academia y que lo aleja de toda escuela artística.
Declarado autodidacta, pero con sólidos estudios en el
Maryland Institutte College of Art the Baltimore, Francisco Alvarado es un artista latinoamericano universal, cuya propuesta estética abreva en las raíces de nuestras culturas prehispánicas y en el legado cultural del arte popular y que lo han llevado a crear una vasta producción en colecciones de museos y galerías, como es el caso del Museo de Bellas Artes de Bogota, el Instituto Cultural de San Juan de Puerto Rico, el Palacio de Bellas Artes en México o en el
Cabinet Des Estampes de la Biblioteca Nacional de París, entre muchas más.
Originario del Puerto de Tela, en el departamento de Atlántida, al norte de Honduras, Francisco Alvarado había acariciado por varios años la idea de realizar en otro puerto, en Veracruz, una obra, cuya cristalización y realización es posible, gracias al apoyo del Gobierno del Estado de Veracruz, a través del Instituto Veracruzano de la Cultura, en cuya Sala Oriente, se montará ex profeso la obra Luz y Sombra, foto instalación de un artista preocupado por las cuestiones ecológicas y el legado cultural de nuestra América.
26/06/08
Nota 63331