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La joven artista ofreció un concierto ante más de 2 mil personas en una discoteca del DF.
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A+ A- Entre gritos, aplausos y uno que otro chiflido, Natalia Lafourcade abarrotó la noche del sábado una discoteca al oriente de la ciudad, en la que con temas como "Amar te duele" y "Georgina" logró mantener en "calor" a todos sus seguidores.
Ella misma no lo podía creer. Más de 2 mil almas gritando al unísono su nombre. Un gran logro para una artista nueva, quien con tres sencillos ha logrado lo que a otros les cuesta toda una vida.
Con una sola producción bajo el brazo, misma de la que ya se han desprendido dos sencillos, la intérprete hizo gala de sus dotes musicales y demostró a sus detractores que su música sí puede llegar a las grandes masas.
En punto de la 1 de la mañana, vestida totalmente de negro, Natalia apareció en el pequeño escenario del VDMAS para brindar un espectáculo lleno de pasión, cadencia y música directa a las entrañas.
Luego de una breve "afinadita", la intérprete de 18 años inició con "Busca un problema", que fue identificada y cantada por el público, que pacientemente la había esperado durante cerca de dos horas, a que comenzara el concierto.
"Buenas noches, gracias por venir (...)Neto que no lo puedo creer. Estoy muy emocionada y la verdad, en serio, que los amo a todos, porque estar aquí parada es como un enorme sueño para mí", aseguró incrédula la cantante.
Sin embargo, aunque proyectó todo lo que tenía dentro y se esmeró para que el asunto no fuera de importancia para sus fans, lo cierto es que la pobre acústica del lugar no le hizo justicia a Natalia, provocando que algunos de sus seguidores, sobre todo los que estaban más lejos de ella, comenzaran a chiflar.
Tras cantar temas como "Georgina", "Amar te duele", "Mírame, mírate", "Elefantes" y "En el 2000", Lafourcade consiguió que los cientos de almas en el lugar olvidaran los problemas de sonido y se unieran para corear los temas conocidos y desconocidos de su primera producción discográfica.
Entre "amigos y bohemios", la velada, que tuvo lo mismo tintes melancólicos, que de gran éxtasis emocional, fue salvada únicamente gracias al carisma y talento de Lafourcade, quien al final se llevó la mejor recompensa: el cariño y admiración de sus seguidores, quienes incluso esperaron horas para entrar a la discoteca y poder estar con ella.
13/01/03
Nota 6440