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• 50% de quien se somete a tratamientos supera el vicio.
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A+ A- Leticia Maldonado RebolloVivir con estrés, estar sometido a presiones laborales o familiares e inclusive los problemas de pareja, son factores que aumentan la posibilidad de fumar y, con ello, crear la adicción al tabaco. Las personas consideran que este hábito los hace sentir bien y relajados; sin embargo, el cigarro es tan solo un medio para olvidar los trastornos emocionales.
La edad en la que se empieza a fumar en México es a los 12 años. Los adolescentes representan 41.6 por ciento del total de fumadores, y se inician principalmente a causa de la curiosidad.
Martha Yáñez Pérez , jefa de Promoción de la Salud y coordinadora de la Clínica del Tabaco de la Unidad de Medicina Familiar número 13, explicó que fumar aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de colon, gástrico, garganta, mama, riñón y vejiga; tanto en hombres como en mujeres, más de la mitad de los carcinomas son atribuibles al tabaco.
Otra de las complicaciones que genera esta adicción, agregó, es la irritación de ojos o garganta, enfermedades de vías respiratorias, bronquitis, sinusitis, gastritis, úlcera, cirrosis hepática; aumenta los niveles de colesterol y triglicéridos. También incrementa la probabilidad de padecer problemas cardíacos: hipertensión, infartos al miocardio, angina de pecho y accidentes cerebrovasculares.
Para atender esta adicción, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuenta con las Clínicas del Tabaco, integradas por médicos neumólogos, psicólogos y trabajadoras sociales, que brindan terapia multidisciplinaria para estimular a los pacientes a dejarla.
Marco Antonio Fernández Corzo , neumólogo del Hospital de Cardiología del
Centro Médico Nacional Siglo XXI, señaló que los especialistas que colaboran en este programa de ayuda del Instituto, promueven el cuidado de la salud e incentivan la prevención primaria en los grupos de alto riesgo, como son los adolescentes, mujeres embarazadas y niños.
Detalló que al principio se realiza una valoración a los pacientes acerca de cuánto fuman y el tiempo que lo han realizado, para poder iniciar el Programa de sesiones con un perfil personalizado. Posteriormente, cuando finalizan este Programa, sólo asisten una vez al mes para consultas de control, en las que se evalúa su progreso y, en caso necesario, ofrecer más apoyo para alentarlos a no recaer.
Fernández Corso comentó que la parte médica controla y supervisa el modo en que los derechohabientes consiguen su objetivo, haciendo énfasis en la importancia de interesarse en abandonar esta adicción, ya que se estima que pueden presentarse de tres a cinco recaídas en el proceso de superación.
Entre 20 y 50 por ciento de quienes acuden en busca de apoyo a las Clínicas del Tabaco del IMSS, logran superar el reto y dejan de fumar.
11/03/09
Nota 69779