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| • Cinco de cada cien niños necesita lentes para tener una visión adecuada.
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A+ A- • Problemas para observar de cerca y lejos, así como visión borrosa, los más frecuentes.
Leticia Maldonado Rebollo .
Si un menor se acerca demasiado para observar el televisor o la computadora, tiene comezón en los ojos o le duele la cabeza, puede tener algún padecimiento ocular. Para identificar de forma oportuna estas enfermedades, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) realiza pruebas de agudeza visual a niños y niñas desde los cuatro años de edad. La prescripción temprana de antejos puede prevenir secuelas, como desviación de ojo o disminución de la vista.
El doctor
Jesús Ernesto Chong Vera , coordinador de programas médicos de la Unidad de Salud Pública del Seguro Social, comentó que las pruebas de agudeza visual se realizan en las Unidades de Medicina Familiar a todos los menores en edad preescolar.
Dicha evaluación, detalló, consiste en que el niño identifique en una cartulina la letra "E", la cual se presenta en diferentes posiciones; es decir, invertida, apuntando hacia abajo o hacia arriba para que el paciente señale hacia dónde está orientada esta vocal.
Con base en estas valoraciones, se ha detectado que cinco de cada cien menores padecen alguna alteración de agudeza visual que amerita el uso de anteojos para tener una visión adecuada, acotó.
Si el menor presenta dificultades en el estudio de agudeza, es canalizado a los servicios de oftalmología del IMSS para que un médico especialista determine qué tipo de enfermedad tiene y prescriba el tipo de lentes que necesita.
El doctor
Carlos Bravo Ortiz , cirujano oftalmólogo del Hospital de Pediatría del
Centro Médico Nacional (CNN) Siglo XXI, indicó que las trastornos de la vista de mayor prevalencia entre la población son la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.
La miopía, explicó el especialista, se refiere a los problemas para observar objetos lejanos; la hipermetropía es cuando a la persona tiene dificultad para ver a corta distancia, y el astigmatismo se caracteriza por visión borrosa.
Para analizar la vista de los menores, abundó, se integra una historia clínica, donde el médico familiar indaga si los padres, así como familiares de éstos, padecen alguna de las enfermedades señaladas, también conocidas como defectos de refracción. Los cuatro años de vida, dijo Bravo Ortiz, representan un buen momento para evaluar el estado visual de los menores, porque dicha función está más madura.
Aunque la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo no son padecimientos prevenibles, por medio de las medidas de detección oportuna y la prescripción de anteojos se pueden evitar complicaciones como estrabismo, también conocida como desviación ocular, y ambliopía, en la que el ojo disminuye su capacidad de visión, señalaron los médicos.
Los médicos del Seguro Social recomiendan a los padres de familia seguir las indicaciones de la Guía para el cuidado de la salud, que el Instituto proporciona a sus derechohabientes, donde se hace referencia a las acciones para prevenir padecimientos infantiles o, como en el caso de la visión, detectar oportunamente enfermedades oculares.
19/03/09
Nota 69994
