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• IFE: ¿Observador o autoridad electoral?...
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Alfredo Tress JiménezEl próximo domingo 5 de julio se termina el derroche, la dádiva, las propuestas que quedarán en el discurso o ante notario público, los espectaculares, pinta de bardas, plásticos, medallones en los automóviles, pegotes y lonas en las casas, camisetas, gorras, rifas, despensas, electrodomésticos, volantes, periódicos, llamadas telefónicas, lapiceros, calendarios, en fin, de todo como en botica; con todo lo que se regala seguramente los candidatos pensarán que el compromiso con los electores está pagado.
En las campañas se ha privilegiando la diatriba, descalificación, incumplimiento y burla a la ley electoral. Las propuestas, si es que han existido, no están soportadas en realidades, los candidatos solo replican lo que escuchan como reclamo ciudadano o como resultado de los estudios de opinión que realizan, los parámetros que les arrojan estos estudios les permite priorizar lo que en ese momento es clamor del pueblo, utilizando temas mediáticos para buscar impactar ante el electorado.
Con todo lo que observamos, nos queda claro que la reforma electoral aprobada en el Congreso Federal por el PRI - PAN y PRD, es letra muerta, ya que la autoridad electoral no la aplica, y además, las disposiciones legales no obligan y mucho menos sancionan a los candidatos y políticos en el poder a cumplirla. Los gobernantes y aspirantes a gobernar, deberían estar sumamente preocupados ante la amenaza ciudadana de no acudir a las urnas o anular su voto, que es resultado del hartazgo a los partidos políticos y a sus actores, que están ubicados muy por debajo de las altas expectativas que exige el pueblo de México.
El haber eliminado el artículo 35 de la Constitución, que otorgaba al ciudadano el derecho de ser votado, y especificar en los artículos 41 y 116 que el acceso al poder es exclusivamente por conducto de los partidos políticos, con lo cuál se entrega el monopolio del poder público, hace más difícil que los políticos escuchen las voces de todos los ciudadanos cuando tenemos crisis de gobernabilidad, crisis de seguridad pública, crisis económica, crisis de salud pública, crisis de educación, crisis de producción y productividad en el campo, crisis de credibilidad y esencialmente crisis de principios y valores.
Por lo que este próximo 5 de julio, la ciudadanía no puede ni debe permitir que los poderes fácticos que recurrentemente han hundido a nuestro país, continúen en el poder haciendo caso omiso al alto grado de corrupción e incompetencia que existe en todos los niveles de gobierno, y sigan entregando a los monopolios las riquezas que aún conserva nuestro país.
No se debe aceptar que los políticos tradicionales se salgan con la suya, los cuales por miopía o ambición personal o de grupo, no adviertan que este país debe corregir su rumbo a favor de las mayorías por conducto de los canales institucionales, y no ubicando a las mayorías al borde de la desesperación, orillando a que se agudice la violencia y propiciando que se haga justicia por su propia mano ante la ausencia de instituciones creíbles e imparciales.
Para rematar, observamos al
Instituto Federal Electoral sin hacer efectivos los principios rectores de la democracia consagrados en la Constitución Federal como son la igualdad, equidad, objetividad e imparcialidad. Hemos observado en las precampañas y campañas, como los partidos y sus candidatos exceden sin recato alguno, los topes económicos establecidos en la ley para realizar sus actividades proselitistas, se agudizan las ofensas y descalificaciones y la autoridad electoral brilla por su ausencia. No se les debe olvidar a la autoridad responsable de las elecciones, que atraviesan por un nivel altísimo de incredibilidad debido a lo sucio del proceso electoral federal del 2006, donde recurrentemente tanto el
Tribunal Federal Electoral como la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación, señalaron que la elección federal pasada, estuvo plagada de violaciones a las garantías de los candidatos y sus partidos contempladas en el Código Electoral, y lo más aberrante fue la confirmación de que el entonces Presidente Fox intervino a favor de su partido y no pasó nada.
Por lo tanto, ya que ni en precampaña ni en campaña el IFE aplicó las disposiciones legales, esperamos que el próximo 5 de julio se actúe con todo rigor haciendo cumplir los mandatos legales en materia electoral, que las denuncias realizadas o por realizar, se resuelvan en apego estricto a la ley, de lo contrario, el
Instituto Federal Electoral como organismo responsable de llevar a cabo los procesos electorales de este país, continuará gozando de incredibilidad ciudadana, y la respuesta recurrente de la ciudadanía será el abandono aún mayor a ejercer su derecho a votar, la reflexión es muy simple; partidos, políticos y autoridad electoral, son lo mismo, sólo buscan asentarse en el poder con la votación de la mayor minoría, con lo que tendremos más gobernantes y gobiernos ilegítimos y un país ingobernable.
Ciudadanos veracruzanos, acudamos a votar, insistamos a los políticos tradicionales que el éxito de este país depende en mucho de la legitimidad de sus gobiernos, su fortaleza radica en la solución de los asuntos públicos por los canales institucionales y no fuera de ellos. Votemos, démosle un nuevo acicate a los partidos, a los políticos y al propio IFE, que tal parece que está actuando como observador electoral. Votemos por quien más nos convenza o convenga, recordemos que para ser mandatarios de los políticos debemos elegirlos, de lo contrario, no tendremos derecho a exigir. ¿Usted qué opina?
alfredotress04@yahoo.com
29/06/09
Nota 72477