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• En 2009 fallecieron 95 derechohabientes por EPOC y 24 por cáncer de pulmón.
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A+ A- Por: Edgar Gómez.
Cáncer broncogénico, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), cardiopatía isquémica, ateroesclerosis, aneurisma aórtico e hipertensión arterial; en mujeres embarazadas riesgo de aborto o bebés de bajo peso, son sólo algunos de los padecimientos que pueden desarrollar quienes tienen como hábito el tabaquismo.
Desafortunadamente las estadísticas indican que actualmente el inicio de esta nociva práctica se da entre los 12 y 13 años de edad y la prevalencia es mayor después de los 15 años, advierten médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Explican que el hábito del tabaquismo por sí solo es un gran factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares, de tal forma que la susceptibilidad de cada persona para desarrollar complicaciones es muy diferente de acuerdo a los factores de riesgo asociados, que van desde mal aliento, dientes y dedos oscurecidos a causa del tabaco y envejecimiento prematuro, hasta tos crónica y cáncer principalmente del pulmón.
Destacan que durante 2009, en la
Delegación Veracruz Sur fueron certificadas 95 defunciones por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (48 hombres y 47 mujeres); cuatro en el grupo de 20 a 59 años de edad y el resto en adultos de más de 60 años; agregaron que de cáncer de pulmón los decesos sumaron 24 (16 varones y 8 mujeres), la mayoría también en derechohabientes que sobrepasaban las seis décadas de vida.
Refieren que del total de la población fumadora, más de la mitad consume de uno a cinco cigarrillos al día, pero hay quien se acaba desde 15 cigarros hasta dos cajetillas diarias, sin que en apariencia sufran algún daño incluso si disminuyen su consumo, ‘dicen sentirse mal’, lo que es completamente falso, pues las afectaciones al pulmón principalmente, son progresivas y muy severas, con lo que se dificulta la actividad respiratoria.
Refieren que quienes padecen de hipertensión arterial, tienen sobrepeso, obesidad y además fuman, tienen tres veces más riesgo de sufrir un infarto al corazón o accidente cerebro vascular; pues el tabaco y la grasa favorecen que la sangre se vuelva más espesa, se engrosen las paredes de las arterias coronarias y se alteren los vasos sanguíneos, lo que predispone la formación de trombos o coágulos, por lo que es recomendable que de forma definitiva eviten el perjudicial hábito.
Los médicos del IMSS informaron que en la institución se realizan en forma permanente acciones de orientación encaminados a la prevención, con énfasis especial en los niños y adolescentes, quienes son los más vulnerables a volverse adictos a causa de su afán de aceptación en un grupo, imitación, ‘por sentirse grandes’ o no estar ‘fuera de lugar’, sin considerar que aunque con efectos visibles a mediano y largo plazo, el tabaco causa severos daños desde la primera inhalada.
21/01/10
Nota 77530