Derivado de la imitación de otras culturas, los ajetreados ritmos laborales, escolares, sociales, largos traslados y la facilidad de encontrar productos ‘chatarra’ en ‘cualquier esquina’, la alimentación de los niños mexicanos ha cambiado considerablemente, ya que hoy se privilegian las comidas rápidas, bebidas embotelladas y la tan arraigada vitamina ‘t’ ( tacos, tortas, tamales, tortas, tostadas, ... |