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| Raúl González, con su juego y sus dos goles.
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A+ A- Raúl González, con su juego y sus dos goles, permitió al Real Madrid superar el escollo del Milán, por 3-1, y con ello le acercó a los cuartos de final de la UEFA Champions League, cuyo billete se jugará en Moscú ante el Lokomotiv.
El delantero madridista, que ya suma 41 goles en la historia de la competición continental, fue el que puso más ardor al partido, pero sobre todo fue el que desequilibró con su visión y olfato para deshacerse de un rival que, con la primera plaza del grupo C asegurada, visitaba el Bernabéu para defender tan solo el orgullo.
Con los deberes hechos y ante la acumulación de lesiones, Carlo Ancelotti alineó un equipo más que novedoso, con muchos hombres que habitualmente no son titulares, pero eso no hizo más que reforzar la idea del equipo italiano de apostar por la organización, por la firmeza defensiva, para plantar cara al Real Madrid de todas las figuras.
Dos líneas casi impenetrables, con escasos espacios entre ellas, fue el arma que desplegaron los hombres de Ancelotti a la espera de alguna salida de Rivaldo, Seedorf o Shevchenko, pero si el trabajo defensivo fue medianamente correcto el ofensivo fue nulo.
El Real Madrid no tuvo continuidad en cuanto a fluidez en un choque por momentos demasiado insulso, algo impensable en este ´clásico´ europeo, pero esas ráfagas de brillantez le permitieron encarrilar un triunfo más que necesario y hasta le ofrecieron opciones para sentenciar antes del descanso.
No era una casualidad que el Milán llegara a Madrid imbatido desde hacía 380 minutos. Su seriedad defensiva -con Paolo Maldini en su histórica banda izquierda- daba sus frutos con autoridad hasta que Raúl se inventó un desmarque y, tras recibir de Ronaldo, batió con un poderoso zurdazo a Abbiati.
Habían pasado doce minutos y sin hacer nada del otro mundo el Real Madrid tenía el partido y el resultado donde quería. Aunque en juego no era así, los pupilos de Vicente del Bosque tuvieron ocasiones suficientes como para terminar la contienda, sobre todo en una escapada de Ronaldo (m.24) tras un gran pase de Iván Helguera, pero el brasileño, solo ante Abbiati, no estuvo fino, y en otra de Raúl (m.42), pero el madrileño falló en su vaselina.
El Milán, guiado por el ex madridista Fernando Redondo en una de sus noches más especiales, había tratado de dormir el choque, asegurar el balón para no favorecer la continuidad en el juego del Real Madrid, pero sin buscar realmente hacer daño a Iker Casillas.
Ancelotti aprovechó el descanso para buscar la calidad hacia adelante que le faltaba al dar entrada al portugués Rui Costa en lugar del batallador Dalla Bona, señal inequívoca de que los milanistas ni mucho menos iban a renunciar al partido en un escenario en el que nunca han ganado.
Con el luso era otro Milán, más parecido al habitual, al que quiere reinar otra vez en Europa, con presencia, control y dominio, pero se volvió a topar con un magnífico Raúl, quien, en los momentos más complicados para su equipo, se inventó un precioso recorte en el borde del área y un preciso derechazo que significó el 2-0 (m.57).
El ´7´ blanco volvió a echar la carne necesaria en el asador. Dinamitó el encuentro porque con su acierto y trabajo contagió a sus compañeros, quienes adoptaron otra dinámica más ágil y viva para parar las intentonas de Rivaldo, Rui Costa, Seedorf, Shevchenko y compañía.
Francisco Pavón e Iván Helguera completaron una buena actuación para destrozar las llegadas al área de los milanistas y, a la contra, el Real Madrid tuvo opciones para acabar con un marcador bastante más amplio, pero las florituras en el momento decisivo se lo impidieron.
El Milán, casi sin pretenderlo, puso emoción a los últimos minutos con el gol de Rivaldo (m.81), porque el cuadro de Del Bosque pensaba que lo tenía todo prácticamente hecho.
Esa relajación le pudo costar caro porque un empate significaba dejar de depender de sí mismo, pero entonces aparecieron, brillantes y eficaces, Zidane y Raúl para fabricar una jugada casi sobre la línea de fondo que remacho Guti, quien otra vez aprovechó los minutos que tuvo para demostrar que tiene fútbol y pegada.
12/03/03
Nota 7838
