|
Murió Gloria Torres Sánchez; fue un ejemplo de tenacidad .
|
A+ A- Orizaba, Ver.- A
Gloria Rosas Torres no le alcanzó el tiempo de seguir sus estudios en la Universidad. A sus 43 años -cumpliría 44 el próximo lunes 25 de marzo- acababa de terminar la preparatoria en la escuela Yoloaltepetl, en el sistema abierto. Para predicar con el ejemplo, se metió a estudiar la prepa porque su hija Jessica no quería continuar estudiando por tener cierta incapacidad física.
El martes a la 1.40 horas de la madrugada falleció en la sala de Urgencias del Hospital del IMSS, después de estar delicada de salud varios días antes, por una insuficiencia renal que le provocó finalmente un paro cardiaco.
Ayer la sepultaron en el
Cementerio Municipal Juan de la Luz Enríquez, pocas horas después de que su maestra
Araceli Sandoval González había logrado que le entregaran en la SEC el certificado de estudios de Preparatoria, con folio No. J 019138 y firmado por el director general de Evaluación y Control Educativo, Héctor F. Coronel Brizio.
El 24 de junio del año pasado acreditó su última asignatura y el resultado de su examen le llegó unos días después. Enseguida se inició el trámite de expedición de su certificado, el cual fue enviado a la Delegación de la SEC en diciembre pasado, pero que por el deterioro de su salud no pudo ir a pedirlo para que se lo entregaran.
El caso de
Gloria Rosas Torres es especial.
Especial porque para motivar a que continuara estudiando su hija Jessica quien por tener una incapacidad física ya no quería ir a la escuela. Gloria quien padecía retinopatía diabética que le hizo perder la vista en un ojo y avanzaba la pérdida de la visión en el otro, decidió iniciar sus estudios de bachillerato.
Gloria vivía en la
Congregación Vicente Guerrero , atrás del Hospital Regional de Río Blanco, y desde ahí los fines de semana caminaba hasta Camino Nacional donde esperaba el autobús que la llevaba hasta la parada de La Choza en los límites de Nogales y Mendoza.
Asistía a la preparatoria abierta Yoloaltepetl y durante dos años fue los fines de semana a estudiar pese su impedimento físico, pero pudo más su deseo de servir de ejemplo a sus hijos y terminar la preparatoria. Quería ir a la Universidad porque vio que cuando se quiere se puede y que cuenta más la buena voluntad que la fuerza de voluntad.
La muerte le sorprendió anteayer en la mañana, pero lo que hizo fue suficiente para integrar bien a su familia. Sus hijos Renato Agustín estudia en el Tecnológico de Orizaba; Sandra, Javier y Jessica, también se preparan. Son cristianos y el martes cientos de voces la despidieron con cánticos y alabanzas en la noche y ayer el cortejo fúnebre llegó al Juan de la Luz Enríquez, pero milagrosamente la pena de los dolientes se había convertido en alegría porque sus deudos lo que sentían era gratitud al Creador y a ella que fue su manifestación en la tierra, para guiar a sus hijos.
12/03/03
Nota 7848