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• El rostro del cinismo…
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A+ A- • El rostro del cinismo…
Por: Raymundo León.
En el distrito XI, Xalapa Urbano, se esperan respuestas de
Dalia Edith Pérez Castañeda . Hasta este martes han transcurrido cuatro días, 96 horas, sin que la legisladora se haya dignado decir por qué no asistió al Congreso del Estado el viernes cuando se reestructuró la deuda de CMAS con Banobras. Tampoco ha respondido cuál es el sentido de su voto.
A la diputada local se le olvida que es representante de los ciudadanos que habitan su distrito electoral y que es a ellos y a nadie más a quien debe responder. Como diputada que es forma parte del poder legislativo que se encuentra asentado en el Congreso de Veracruz. En consecuencia,
Dalia Edith Pérez Castañeda tiene responsabilidad de asistir a las sesiones ordinarias y extraordinarias, pero el viernes no fue.
El día señalado, su presencia era importante, pues se votó un tema fundamental para los xalapeños: la reestructuración de la deuda de CMAS con Banobras, que duplicó la deuda que se le cobrará a partir de 2011 a cada uno de los xalapeños.
¿Qué pudo haber sido más importante para Dalia Pérez que representar y defender los intereses de los xalapeños? A la diputada hay que recordarle que fue electa por el Districo XI Xalapa Urbano para proponer, reformar y anular leyes y decretos, para fiscalizar la aplicación de los recursos públicos destinados al gobierno estatal y municipal y para realizar labores de gestoría en apoyo de su comunidad.
Como legisladora es el vínculo de los ciudadanos con el gobierno, tiene la obligación de dar la cara por ellos y abogar por su bienestar, pero el viernes pasado no lo hizo. Un diputado también es un gestor permanente de las demandas, inquietudes y necesidades de los ciudadanos de su distrito y por ello un diputado siempre está cerca de su distrito y dispuesto a atender a la ciudadanía.
En la antigua Roma, a los diputados se les llamaba tribunos y llevaban una carga muy pesada ante sus representados, a los que defendían además de atender sus quejas. Aún en muchas regiones del mundo, en países con gobernantes probos y donde el ser político es toda una carrera y siempre en pos del pueblo, los senadores y diputados son respetados y ellos respetan a sus representados.
En México han existido buenos diputados y muchas de las iniciativas y leyes que en la actualidad rigen al país se deben a ellos. Sin embargo, el destino se ha ensañado con las generaciones actuales a las que les ha tocado bailar con la más fea. Cada Estado del país tiene su Congreso local y es renovado cada tres años, estas legislaturas, en la mayoría de los casos y para desgracia del pueblo, están al servicio del gobernador en turno.
Dalia Pérez Dalia Pérez Castañeda fue protagonista este lunes de un foro para promover la nueva ley de turismo en Veracruz. Hay quienes ven en ese acto la persecución, por parte de la legisladora, de un nuevo cargo en la respectiva secretaría. Aún no termina con un desempeño, aún no puede con una representación, y ya quiere otra.
¿Para qué sirve una diputada local? A como están las cosas y en la política a la mexicana para tres cosas: cobrar un jugoso sueldo, tener impunidad y hacer nada a favor de sus representados.
Una verdad cobra cada vez mayor fuerza: el rostro del cinismo en Xalapa se llama
Dalia Pérez Castañeda .
desdelaesquina@hotmail.com
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24/08/10
Nota 82665