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Show en el Azteca.
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A+ A- En 10 minutos frenéticos, del 43´ al 53´, de locura, entre errores y aciertos, América explotó y Toluca se despeñó, como si el futbol fuera llegar al arco y anotar en cada oportunidad, el ahorrarse lo elaborado del asunto.
En ese ir y venir, en el toma y daca, las Águilas tuvieron una pizca de mayor temple y sacaron suficiente ventaja para lo que venía.
Y es que desde la banca Sergio Lugo y Carlos Reinoso se vieron generosos, plantearon un juego abierto y la tribuna lo agradeció.
Los de Coapa, sin un centro delantero nominal con Matías Vuoso suspendido y Tony López y Daniel Márquez en la banca, tuvieron de punta a Vicente Sánchez. En el medio campo Pável, lesionado, fue sustituido por Diego Reyes y desde ahí fue carburando el encuentro. La circulación del balón les funcionó.
Ya pintaba lo que sería el encuentro desde los primeros minutos.
América decidió atacar, principalmente, por la banda derecha y con tiros de media distancia. Así Layún, Olivera, Montenegro y Vicente Sánchez desfilaron ante el arco de Talavera que siempre a tiempo tomó cada balón.
Por parte de los rojos, Sinha tardó unos minutos en ordenar a su gente al frente, pero cuando lo consiguió aprovechó cada centímetro. Ochoa también debió aplicarse a tiros de Calderón, Esquivel y Ayoví, pero las más claras fueron un par de remates de cabeza de Esquivel y Dueñas que debieron terminar en las redes.
Cascadas de buenas y malas decisiones todas infructuosas.
En ese escenario, fue un error el que rompió el partido. Esquivel se equivocó a los 43 minutos, desde el medio campo quiso entregar a su portero y Reyna interceptó el esférico, éste enfrentó a Talavera y anotó.
El show en el Azteca, el verdadero espectáculo inició.
Sólo empezar la segunda parte, tras una serie de errores de la defensa americanista, Ochoa y Layún, Oswaldo González igualó el encuentro.
Luego vino Aquivaldo con un sólido cabezazo a los 49´ y Novaretti, segundos después, por la misma vía, y el juego seguía apretado y forzado al límite. Si de box se hubiera tratado, se diría que dos estilistas de los guantes se estaban fajando olvidando el terciopelo y el encaje.
Pero América se despegó en un par de decisiones. Montenegro a los 53 minutos cerró los 600 segundos de ojos desorbitados y respiración a tope, entonces sobrellevo mejor lo que vino. Se apuntaló mentalmente.
Buscó seguir con el daño, con o sin balón, y a Toluca, que pasó de sólo recibir un gol en seis jornadas a clavar siete en las últimas dos, con falta de pegada al frente, sus goles los marcaron dos defensas, se fue estirando y perdiendo punch.
Ayoví se lesionó, Esquivel se esfumó del partido y Sinha no encontró un socio ideal para su futbol.
Entonces, Vicente Sánchez dio el golpe definitivo, de autoridad, a los 68´ en una larga jugada que nació desde el arco de Ochoa.
Todavía Montenegro pudo ampliar el marcador a los 71´, luego de quitarse a tres hombres mandó su tiro a un costado.
Pero los Diablos tienen fuego en la sangre y pese a que su futbol fue opaco, siguieron luchando y a los 92´, Novaretti volvió a marcar en una estupenda volea.
Por fin, las Águilas consiguieron 90 minutos parejos y ofensivos, con el mismo ritmo a la ofensiva y a la defensiva. Eso, en sí mismo, ya es mucho decir.
27/02/11
Nota 86999