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• Pateó maquinas y ofendió al personal para reclamar el pago de 120 mil pesos.
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A+ A- Juan Santos.
Ocurrió la semana próxima pasada. Es representante popular de una de las zonas indígenas más pobres del país, la más rezagada del estado de Veracruz. Acostumbrado a hacer lo que le viene en gana, propinó sendos puntapiés a las máquinas de apuesta y golpeó con el puño los vitrales de la zona de tickets además de lanzar improperios contra el personal del establecimiento.
El motivo: No le podían pagar en efectivo 120 mil pesos que ganó en una de las jugadas de la máquina número 198 del juego SWORDS OF HONOR del Bingo 777 ubicado en la Plaza O de la ciudad de Orizaba.
El protagonista:
Tomás López Landeros , diputado local por el distrito XVIII con cabecera en Zongolica.
Y es que Tomás López el otrora enemigo del
Partido Revolucionario Institucional (PRI) instituto político al que no pudo vencer en las urnas pero sí con componendas políticas que lo hicieron renunciar al
Partido Acción Nacional (PAN) acostumbra acudir a las casas de apuesta a poner en juego miles de pesos, de esos que hacen falta en la Sierra de Zongolica y esos que pagan en el Congreso Local por ocupar una curul.
Llevaba durante la tarde más de 175 mil pesos en juego; la falta de suerte en el juego de azar lo llevó a perder todo lo apostado. Pero terco, le pidió dinero en efectivo a una dama que lo acompañaba; ingresó otros 10 mil pesos en créditos, jugó, apostó, perdió, pero antes de ponerle fin al dinero, una jugada lo sacó de la mala pasada:
Con apuestas altas, logró obtener 120 mil pesos. Casi gritó. El cuero cabelludo carente de pelo brilló por el sudor; las manos le temblaron y como niño con caramelo se acercó al cajero, le pidió le pagaran el ticket ganador, pero el personal le dijo no contar con el efectivo suficiente: lo pagarían en varias emisiones o en cheque.
Eso generó el enojo y el berrinche del maduro diputado, que comenzó a ofender a los trabajadores, golpear las máquinas, lo que asustó a las damas que jugaban en ese momento en el mismo sitio; al final le pagaron y juró no regresar a ese lugar: porque lo tratan mal.
04/04/11
Nota 87799