A+ A- Acapulco. - Toda la semana esperaron a que su "semental" favorito, ese caballo bronco que tanto han aplaudido antaño y al cual se sienten orgullosos de apoyar en cada producción discográfica, hiciera su aparición en el escenario del Centro de Convenciones de esta ciudad.
El sábado se cumplió ese plazo. Alejandro Fernández piso el Salón Teotihuacán y con ello brindó más de tres horas de apoteótico concierto, en medio de aplausos, gritos, piropos ligeros, lágrimas y hasta candentes besos en la boca.
Vestido con un traje negro de charro, con botonaduras plateadas y moño gris oxford, El Potrillo llevó a su audiencia a experimentar un vaivén de emociones, lo mismo sentir el éxtasis de temas románticos como "Si tú supieras" o "Mátalas", que el sabor más dulce del rencor contra ellas con "Ay amor" y "Que poca".
Aunque en un principio el hijo de Vicente Fernández tuvo problemas con el sonido, por lo que tuvo que cambiar de micrófono; esas fallas pronto quedaron olvidadas por sus seguidoras, quienes gracias a éxitos como "Que seas muy feliz", "Como quien pierde una estrella", "Si tu supieras" y "Nube viajera", entregaron su corazón y su calor al charro jalisciense.
Enmedio de una contrastante atmósfera de nostalgia y alegría, de amor y desamor, Alejandro no escatimó tiempos y obsequió a su heterogéneo público más de 50 canciones, distribuidas en casi 190 minutos de concierto.
Lo mismo temas de Agustín Lara ("Granada"), Cuco Sánchez ("La revancha") y
José Alfredo Jiménez ("Si nos dejan"), que algunos otros de Kike Santander ("Como el sol y el trigo"), Armando Manzanero ("Contigo aprendí") y Martín Urieta ("Mujeres divinas"), en todos los casos la dosis que El Potrillo obsequiaba al público, le daba los mismos resultados.
"Independientemente de cuánto dure el programa de Acapulco Fest 2003, me vale madre. Hoy yo traigo ganas de cantarles, así que ustedes me tienen que ayudar", expresaba el intérprete, mientras los primeros acordes de "Tú, sólo tú", canción que hiciera famosa Selena hace varios años, comenzaban a retumbar en los corazones de cientos de desesperadas y hambrientas fanáticas de El Potrillo .
En un juego de reciprocidad y aventura compartida, Alex tomó las riendas del concierto y pidió a sus "yeguas" que le ayudaran a cantar "Fallaste corazón", "Cielo rojo", "No volveré", "Abrázame" y "La revancha", uno de los temas que más impacto causó entre la audiencia y el propio Fernández: "¡Ay cabrón! Esta sí me hizo llorar".
Opacando las actuaciones de las otras estrellas que días antes habían pisado el mismo escenario que él, Alejandro concluyó su participación en el festival con "Como yo te amé" y "Quisiera", con los cuáles selló con broche de oro un concierto que, lejos de ser memorable o cumplidor, se caracterizó por ser un claro ejemplo de la comunión entre pueblo e ídolo o mejor dicho, entre charro cantor y hembras ávidas de amor.
26/05/03
Nota 9846