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Gol de Bronce.
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A+ A- El que perdona pierde. Viejo adagio que se repite con frecuencia en el futbol y que cala hondo cuando se descubre en carne propia la verdad que encierra. Francia tuvo la medalla de bronce en sus manos, pero la dejo ir y, en un destello feroz, Canadá le arrebató el triunfo y el tercer lugar en futbol femenil en Londres 2012.
Al minuto 92, a segundos, quizá minutos de que el partido se fuera al alargue, apareció el empuje canadiense para acarrear la pelota hasta el marco de Bouhaddi, disparar y obligar a que esta última rechazara el balón, mismo que quedó suelto, libre, para que Diana Matheson lo mandara guardar al fondo del marco y así decretar el triunfo de su país.
No obstante el resultado, todo el trámite del partido lo dominó un sólo equipo: Francia. Con base en su mejor distribución sobre el campo de juego, se les facilitó encontrar vías para generar oportunidades de gol; la cuestión es que no supieron capitalizarlas, porque, al menos, tuvieron cinco ocasiones para abrir el marcador. Las galas vieron como se les diluía la oportunidad de ser medallistas al correr de los minutos, pero tenían fe en que, probablemente, en tiempos extras o en penaltis, su redención llegaría.
Fue ahí cuando un premio, quizá no merecido, llegó para Canadá, pues a lo largo de este partido fueron abrumadas, borradas, por el mejor juego de las francesas. Sin embargo, supieron jugar al futbol con eficiencia: solamente, metieron el gol que debían en el momento justo. Y eso les bastó para escribir su nombre en la historia del olimpismo al ganar la medalla de bronce del torneo femenil de futbol en Londres 2012.
10/08/12
Nota 98908